martes, 14 de febrero de 2012

Lo recuerdo como si fuera ayer..

Te amé tanto pero tanto que llegué a tener miedo, no sabía como reaccionar, al mismo tiempo me parecía injusto que todo se hiciera como tu querías, no era así tampoco. 
Lloraba muchísimo pero sabía que aun había una luz, era tu primer intento de solucionar las cosas, pero nunca pensé que iba a ser el último.
Pensaba que sentías lo mismo por mi, que lucharías por lo nuestro, pero solo basto una conversación mediante mensajes de Internet, me decías para vernos un jueves próximo, el cual caía 14 de Febrero precisamente. 
Por un lado quería aceptar en hablar contigo ese día pero tampoco las cosas iban a ser tan fáciles para ti después de lo mucho que me sentí lastimada con todo lo que pasábamos, con las peleas y los enojos sucesivos. Puse mi orgullo de persona y de mujer, y te dije que no, que no nos íbamos a ver. Después de eso no recuerdo más... Mi mente se bloqueó, el recuerdo se borro, y nos perdimos los dos.
Por lo mismo que estudiábamos en un mismo lugar te veía seguido y era duro el saber que antes con toda tranquilidad y alegría corría hacia ti y te abrazaba solo por querer hacer sin pensar en nada pero después era tu mirada, lo que yo creía que pensabas lo que me impedían acercarme a ti. Lo intente en oportunidades pero todo ya era inútil.
No sé en que momento lo hermoso que tuvimos se convirtió en un recuerdo y de ahí no se como pasamos a la cólera, al rencor y a distanciarnos.

Pasaban los días, las semanas y los meses y lo único que hacía era recordarte, pensarte y amarte. Hallamos pasado por lo que halla sido, mi amor por ti nunca murió. Fuiste mi primer amor y hasta ahora el único. Eres el recuerdo más hermoso que tengo en mi memoria y en mi corazón. 
Y aunque dicen que no es bueno aferrarse a algo que ya no es, no me importa, fuiste lo más lindo que he podido tener y siempre te recordaré.
Desde aquel día no te he vuelto a ver, y sé que por circunstancias de la vida será así por mucho tiempo. Gracias por lo todo que tuve contigo.

                                                Atte.
                                                         La que te lleva siempre en sus recuerdos.

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